Las semillas de café son seleccionadas cuidadosamente para garantizar plantas fuertes y saludables. Los agricultores emplean técnicas sostenibles y monitorean las condiciones del suelo para optimizar el crecimiento del cafeto.
La cosecha se lleva a cabo manualmente para seleccionar solo los granos maduros. Este proceso asegura que cada lote de café mantenga una calidad uniforme y excepcional.
Durante la fermentación, los granos de café se colocan en tanques donde se eliminan restos de pulpa adherida. Este proceso mejora los perfiles de sabor y es monitoreado cuidadosamente para evitar sobrefermentaciones.
Los granos de café se secan bajo el sol o en secadores mecánicos hasta alcanzar el nivel de humedad ideal. Este paso es crucial para preservar los sabores naturales del café.
En el trillado, se eliminan las capas externas que recubren al grano de café, incluyendo el pergamino. Este proceso se realiza cuidadosamente para evitar dañar el grano, garantizando su calidad para los siguientes pasos.
Después del trillado, los granos de café se clasifican según su tamaño, peso y calidad. Este paso es fundamental para asegurar que solo los mejores granos lleguen al cliente final.
Los granos de café se tuestan a temperaturas cuidadosamente controladas para desarrollar su aroma y sabor característico. Cada lote se ajusta según el perfil de tostado deseado.
El café se empaqueta en condiciones controladas para mantener su frescura y calidad. Utilizamos materiales sostenibles que aseguran la preservación de las propiedades organolépticas del producto.
Gestionamos la logística internacional para llevar nuestro café a diferentes partes del mundo. Contamos con certificaciones internacionales que respaldan la calidad de nuestros productos.
